La transición a la democracia entre 1975-1976 asumió, sobretodo, la suposición de que la guerra había terminado definitivamente. El pacto del olvido fue un acuerdo por convenio entre élites políticas y legalizado por la ley de amnistía de 1977. Aunque nadie firmó un pacto, y muchas personas no olvidaron sin embargo su esencia, fue un sacrificio del debate y conocimiento sobre la guerra para una esperanza de paz y una nación con futuro. Según el historiador, Paul Preston, la mayoría de la gente española tenía la determinación de asegurar una transición a la democracia sin lucha ni sangre (Mackay 200). Esto superó algún motivo para la venganza, pero al mismo tiempo exigió el sacrificio del conocimiento.
La principal consecuencia del pacto fue el silencio indefinido de muchas personas. El silencio sobre la guerra civil dice tanto como todo lo dicho hasta ahora. Después de casi cuatro décadas de represión y censura por parte del régimen de Franco, había la oportunidad para la memoria colectiva de recuperar verdades históricas. ¿Por qué la gente preferiría olvidar? Para olvidar la carga del pasado. Es más fácil: las memorias tienen emociones, pero a veces son de eventos traumáticos. La paz, el orden y la estabilidad fueron más importantes que la justicia, y la libertad. Por otro lado, los recuerdos no sólo nos dicen sobre el pasado, sino que sirven como evidencia de las responsabilidades que se aprendieron a través de su experiencia. La cuestión de, ¿Cómo se integra, el pasado autoritario de la historia del país? siguió sin repuesta y contribuyó en parte a la falta de una identidad nacional. Además, según Paloma Aguilar, el miedo, la aversión al riesgo y una culpa colectiva contribuyeron a la aceptación del silencio de la gente. También existía un cierto grado de ignorancia acerca de los hechos de la guerra civil. La ley la de la memoria histórica pasada por el PSOE en 2007 es capaz de cambiar la renuencia del público a discutir esta época polémica, definitiva de la historia española. Es una desgracia que ha ocurrido hace poco, muy tarde, después de haber perdido muchas oportunidades. Algunas personas recuerdan la historia, y hoy en día cuentan sus historias. También hay esfuerzos para reinventar la historia. Unos buenos ejemplos son las novelas como Soldados de Salamina- que sirve como una verdad-fabulación que intenta crear una versión más verdadera- y la proliferacion de grupos de recreadores de la Guerra Civil Española. Los participantes se esfuerzan por hacer/practicar la historia en un ambiente de reconciliacion.
Fuentes:
- Calero, Francisco. "La construción de la memoria y el olvido en la España democrática." Ayer, no. 52 (2003). pp. 297-319.
Publicado por: Asociacion de Historia Contemporanea y Marcial Pons Ediciones de Historia.
- Camino, Mercedes. "War, wounds, and women: The Spanish Civil War in Victor Erice's El Espíritu de la colmena and David Trubeca's Soldados de Salamina." International Journal of Iberian Studies. Vol. 20, no. 2 (2007). pp. 99
- Davis, Madeline. "Is Spain Recovering Its Memory? Breaking the 'Pacto del Olvido'." Human Rights Quarterly. Vol. 27, no. 3 (Aug. 2005). pp 858-880.
Publicado por: The John Hopkins University Press.
- Mackay, Ruth. "The Good and Fight and Good History: the Spanish Civil War." History Workshop Journal. no. 70 (Autumn 2010). pp 199-206.
Publicado por Oxford University Press.